Una de las claves para comunicar y conectar bien con tu audiencia es que encuentres el tono de tu marca.
Habla y comunícate con tu público de una forma honesta y auténtica. Postureando todo lo que tú quieras (que puede ser mucho o nada). Con tu estilo, con tu voz y la de tu marca.
De la manera que las personas que están dispuestas a escucharte quieren oír.
Porque puedes tener el mejor producto o servicio del mundo, que si no lo explicas, es como si no existiera.
O si lo explicas mal, puede convertirse en el peor.
No dejes de ser tú. Da igual que estés tú sola o que tengas un gran equipo. Tu marca debe respirar el mismo tono comunicativo y manera de expresarse en todo aquello que salga hacia el exterior.
¿No te ha pasado alguna vez que lees el contenido de una web y luego te vas a las redes sociales de la marca y no parecen la misma empresa?
Esto pasa muy a menudo. Porque probablemente los contenidos de la web no los haya escrito la misma persona que ha creado los de las redes sociales. Y lo mismo pasa con otras piezas comunicativas, ya sean folletos, emails para anunciar campañas o fichas de producto.
Hay que tener coherencia. Y sentido común. Dos cosas que suelen ir de la mano.
Y también debes huir de los textos demasiado encorsetados, serios e impersonales. Porque tú no le hablarías así a tus clientes. ¿O sí?
Solemos caer en el error de escondernos detrás de tópicos y frases manidas cuando escribimos textos comerciales.
Cosas como : atención personalizada, experiencia demostrada en el sector y equipo multidisciplinar, hacen que acaben siendo mensajes vacíos y la persona que los lee no sepa si le están hablando de lavadoras, servicios financieros o reparación de vehículos.
No nos escondamos más, seamos valientes y expliquemos aquello que queremos contar, sin florituras y cosas raras y abstractas que la gente no entiende.
Empecemos a usar todas las frases y expresiones espontáneas y maravillosas que nos vienen a la cabeza cuando pensamos en nuestro producto y servicio y que también nos dicen nuestros clientes.
Esas que nos darán la personalidad y el carácter que realmente tenemos y que acabarán siendo nuestro tono de marca y nuestro sello personal.